Mastin italiano

 Historia:

El Cane Corso, de origen italiano es descendiente directo del antiguo molosoide romano "Canix Pugnax". Los pobladores italianos lo han utilizado en la guerra, para la caza mayor, para la guardia de propiedades y del ganado. Durante una época se creyó que la raza estaba casi extinguida, hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando un grupo de personas decidió recuperarla.

A pesar de la gran popularidad que tuvo este ejemplar por todo el territorio italiano en la actualidad solo se le puede encontrar en las zonas de Puglia, Lucania y Sannio en el sur de Italia. La raza fue reconocida oficialmente en Italia en 1994. 

Ccaracteristicas:

Es un perro de talla mediana a grande, con músculos potentes, de cuerpo elegante a pesar de ser robusto y fuerte. Los machos de esta raza suelen medir entre 64 y 68 cm y deben pesar entre 45 y 50 kg. Mientras que las hembras deben medir entre 60 y 64 cm y pesar entre 40 y 45. Tiene la cabeza ancha, la nariz negra, con fosas nasales amplias y abiertas, y el hocico es fuerte y cuadrado. Tienen un tiempo de vida aproximadamente de 10 a 11 años.

Los ojos suelen ser oscuros y las orejas no deberán ser cortadas. La cola es de inserción alta, ancha en la base y se va estrechando hacia la punta. El pelo es corto, liso y brillante. Pueden ser de color:

    Negro
    Gris plomo
    Gris pizarra
    Leonado claro
    Leonado oscuro
    Atigrado
    Rojo cervato

Temperamento

El Cane Corso es un canino inteligente, enérgico y equilibrado. Es cariñoso y protector con su familia y muy leal a su amo. Por su instinto de guardián no le gustan los extraños y tampoco suelen ser amigables con otros perros.
Cuidados

El Mastín Italiano es un perro enérgico que necesita tener mucho espacio para campar a sus anchas, lo ideal es que pueda disfrutar de un jardín grande. De todas formas, es recomendable que el propietario lo saque a diario a dar largos paseos para que se mantenga sano, ya sea física como mentalmente. Para que el Mastín Italiano sea un buen compañero, hace falta que desde el principio el propietario se muestre autoritario y firme frente al carácter un poco dominante del animal. Debe aprender desde cachorro a diferenciar lo qué está bien y lo qué está mal.